GUÍA PARA UNA VIVIENDA AMIGABLE CON LAS DEMENCIAS
Para las personas con demencia muchas de las rutinas cotidianas, antes automáticas, se vuelven un auténtico desafío: perderse en la casa, no reconocer la utilidad de ciertos muebles, enseres o prendas, buscar algo que no se encuentra, querer hacer algo que no se recuerda qué es, o tener la urgente (aunque inexistente) necesidad de ir a algún sitio, genera incertidumbre y ansiedad, y lleva a que, frecuentemente, deambulemos de un lado a otro buscando solucionar estos asuntos.
La demencia es algo indeseable, claro está, pero hay bastantes cosas que se pueden cambiar en el entorno para generar cambios en el comportamiento y hacer el día a día más fácil, tanto para las personas con demencia como para las personas que nos cuidan.
A continuación se ofrece una guía con algunas recomendaciones y posibilidades de acción orientadas a los comportamientos relacionados con la demencia que más frecuentemente pueden surgir de puertas adentro del hogar.